La innovación ciudadana iberoamericana mira a Madrid para replicar modelos

Resentantes de gobiernos nacionales y regionales iberoamericanos, así como de proyectos independientes, se reunieron en Madrid con varias iniciativas de innovación ciudadana para replicar en sus países algunos modelos de la capital española.

Durante dos semanas, el centro cultural MediaLab Prado sirvió de escenario para discutir sobre cómo llevar wifi a las favelas de Río de Janeiro o plantar tomates en el centro de México D.F., con el objetivo de desarrollar proyectos que mejoren las condiciones de vida de las comunidades de esas ciudades.

Convocados por la Secretaría General Iberoamericana (Segib), los participantes llegaron desde Brasil, Uruguay, Argentina, Ecuador y México, donde pretenden crear espacios en los que generar iniciativas de innovación ciudadana, conocidos como "laboratorios".

"La innovación ciudadana se diferencia de la tradicional en que consigue producir una solución social, tiene como finalidad transformar la sociedad y mejorar las condiciones de vida de los ciudadanos", explica a Efe Rodrigo Savazoni, participante en ese foro y responsable del proyecto Cultura digital, apoyado por el Gobierno de Sao Paulo.

Según Savazoni, en Brasil, donde el Ministerio de Cultura fomenta este tipo de innovación para la resolución de problemas comunitarios, se utilizan las tecnologías de información y comunicación (TIC) para producir "una sociedad mejor".

"Se trata de crear una sociedad más abierta, más justa, igualitaria y colaborativa, que consiga encarar sus desafíos", enfatiza Savazoni, quien pone de ejemplo a un grupo de jóvenes cariocas que utilizan las redes sociales para romper con los estereotipos que persiguen a la población más humilde.

Andrea Apolaro, representante del Gobierno de Montevideo, continúa en esa línea y explica que para la alcaldía de la capital uruguaya "es muy importante incluir el tema digital" en la vida de los montevideanos.

"Hoy los territorios no son solo físicos sino que sobre él hay un territorio digital donde hay muchísima gente activa", apunta Apolaro.

Por su lado, Dardo Ceballos, del Gobierno de la provincia argentina de Santa Fe, cuenta que esta experiencia es la oportunidad para "mejorar los proyectos" de su región, "al abrirlos a otros similares que también fueron seleccionados" y aprender "de la experiencia de MediaLab", que califica de "referencia en toda Latinoamérica".

"El desafío es adaptar los modelos de laboratorio a nuestras necesidades y realidades", dice Ceballos, quien reconoce que el concepto de innovación ciudadana es "todavía emergente" en Argentina aunque haya quien realice actividades propias de este tipo de colaboración "sin el rótulo" de la misma.

A pesar de ello, desde el Gobierno de Santa Fe ya se llevan a cabo actividades inclusivas como la capacitación de jóvenes de zonas deprimidas en competencias digitales básicas que, según Ceballos, les dará "la oportunidad de conseguir un empleo" y "profundizar en esos conocimientos".

"Creemos que hay que llevar un paso más allá a la participación ciudadana de las asambleas y los laboratorios de innovación ciudadana pueden ser una experiencia para que los ciudadanos no solo identifiquen las necesidades sino para que participen en el proyecto que traerá la solución en co-gestión con el Estado o con actores privados", subraya.

Para Pablo Pascale, Coordinador del proyecto de Innovación Ciudadana de Segib, la innovación ciudadana "reafirma la innovación como un bien público que puede permear en todos los ámbitos de la sociedad", así como "en cualquier contexto".

"Los premios García Márquez premiaron hace poco a Chequeado, una iniciativa periodística argentina de verificación de afirmaciones de políticos y líderes de opinión, que participó en el laboratorio que organizamos en la Cumbre Iberoamericana de Veracruz", ejemplifica para asegurar que "eso también es innovación ciudadana porque crea soluciones para la sociedad desde la sociedad".