Búbal, Granadilla y Umbralejo, la recuperación contra el abandono

El Organismo Autónomo Parques Nacionales (OAPN), perteneciente al Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), junto con el Ministerio de Educación y Formación Profesional y el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, reactivan el Programa de Recuperación y Utilización Educativa de Pueblos Abandonados. Un proyecto educativo complementario a la enseñanza en las aulas con el propósito de augurar un acercamiento de los jóvenes a la vida rural, brindándoles la oportunidad de comprender la necesidad de un cambio de actitudes para garantizar el equilibrio futuro del ser humano con su entorno. 

Con más de cuatro décadas de historia, su génesis se halla en un campo de trabajo que acogía a estudiantes con inquietud de completar su formación. Desde entonces, más de  140.000 estudiantes y 8.000 docetentes de al menos 4.000 centros educativos ya han formado parte de ella. Hecho que se traduce en innumerables vínculos forjados entre el sistema educativo formal y el aprendizaje a pie de terreno. Tras dos años de inactividad como consecuencia de la pandemia, el programa regresa repoblando de vida los municipios de Búbal (Huesca), Granadilla (Cáceres) y Umbralejo (Guadalajara). 

En dichos enclaves tan especiales, los estudiantes, además de afianzar los contenidos curriculares adquiridos en sus centros educativos de procedencia, son partícipes de una inmersión formativa en cuatro grandes ámbitos, la educación ambiental para un desarrollo sostenible, la salud, la animación y convivencia junto a la recuperación cultura y lel mantenimiento de los pueblos. Remando todos y cada uno de ellos hacia una misma dirección, hacia el reconocimiento del papel primordial que juega el medio ambiente en la vida de las personas y en la evolución de la sociedad, así como la necesidad de decisión y actuación para evitar su deterioro. Una inmersión formativa compuesta por múltiples actividades así como talleres de educación ambiental, animación, antropología, carpintería, cerámica, expresión corporal, danzas, reciclaje y transformaciones, vídeo o incluso fotografía. En esencia, actividades que fomenten actitudes de respeto y tolerancia; la apreciación del patrimonio natural, social y cultural, respetando su pluralidad; el desarrollo de hábitos de vida saludables tanto individual como colectivamente; y la toma de consciencia del potencial del empleo de nuestro tiempo libre. Actividades, con metodología pero también hogares, como casas para el alumnado y profesorado, comedor, sala de proyecciones, museos, minipolideportivo, biblioteca, auditorio al aire libre o invernadero. 

Búbal, inmerso en el paraje pirenaico vislumbra una arquitecutra de soluciones autosuficientes en un concepto tradicional de economía de montaña. Umbralejo, de origen medieval, preservada arquitectura negra e inaudita riqueza vegetal y faunística. Granadilla, una península bañada por las vegas del río Alagón y Aldobara y enclavada en una roca de durísima pizarra. Tres pueblos, tan dispares como iguales, que involuntariamente han sucumbido al cese de su historia, al abandono, pletóricos de paisaje que no paisanaje, abren su pureza y sus puertas al futuro de nuestra sociedad, la juventud.