Cómo establecer tus criterios mínimos de éxito: conceptos clave antes de construir un producto
Empieza con buen pie y lanza un producto que cumpla con las necesidades y deseos de tus clientes potenciales
Publicado el lunes, 03 de julio de 2023 a las 09:00
Las suposiciones son creencias sin evidencia que las respalde. Se pueden realizar suposiciones acerca del producto, su mercado potencial, los clientes, la competencia, el modelo de negocio y los recursos necesarios.
Es importante que las suposiciones se basen en datos e información relevante y actualizada, y que se prueben y validen mediante la investigación de mercado y la retroalimentación de los clientes y usuarios. Luego, se convertirán en hipótesis.
Una hipótesis es una afirmación tentativa que se usa para orientar el desarrollo del producto y que debe ser sometida a prueba y validación para garantizar la eficacia y el éxito del producto. Las hipótesis suelen formularse en la fase de concepción del producto y se refieren a aspectos como el mercado, los clientes, el modelo de negocio y los recursos necesarios.
Ejemplos para plantear una hipótesis:
Creemos que [sujeto/objetivo] [ acción prevista] porque [motivo].
Creemos que [sujeto/objetivo] tiene un [problema] porque [motivo]. Si hacemos [acción], esta [métrica] mejorará.
Por ejemplo: Creemos que el uso excesivo de redes sociales tiene un impacto negativo en el bienestar mental de los jóvenes, porque la exposición constante a contenidos estresantes y la comparación social pueden generar ansiedad y depresión. Si limitamos el uso de las redes sociales a no más de una hora al día, la ansiedad y la depresión en los jóvenes disminuirán.
Si se confirma que una hipótesis es incorrecta o incompleta, se deben realizar ajustes en la estrategia y en el desarrollo del producto para adaptarse a la nueva información y minimizar el riesgo de fracaso.
Los minimum criteria for success (criterios mínimos de éxito, en español) son los estándares o requisitos mínimos que se deben cumplir para considerar un proyecto, plan o iniciativa como exitoso. Pueden variar según el tipo de proyecto o iniciativa y los objetivos específicos que se persigan.
Estos criterios se establecen con anterioridad al inicio del proyecto y se emplean para evaluar el rendimiento y los resultados al final de dicho proyecto. Por eso, es clave comunicar dichos criterios con claridad para poder medir el progreso y realizar ajustes.
Además, la definición de criterios claros, alcanzables y realistas puede contribuir a mantener la motivación del equipo y a asegurar el éxito del proyecto en su conjunto. Si lo consideras necesario, puedes revisar y ajustar dichos criterios durante el proyecto, en función de los cambios en el entorno o de las nuevas necesidades y expectativas de los interesados.
Definir la propuesta de valor es un paso crítico en el desarrollo de cualquier iniciativa empresarial. La propuesta de valor es la descripción clara y concisa de los beneficios que un producto o servicio ofrece a sus clientes y usuarios, y por qué es diferente y mejor que la competencia.
La propuesta de valor debe responder a las necesidades y deseos de los clientes y usuarios, y debe ser relevante, diferenciada y sostenible en el tiempo. Asimismo, tiene que ser coherente con la estrategia de negocio y con los objetivos de la empresa, y debe tener en cuenta los recursos, capacidades y ventajas competitivas de la organización.
Es fundamental dedicar tiempo y recursos suficientes para precisar y comunicar la propuesta de valor de manera efectiva.
El producto mínimo viable (PMV) se refiere a la versión más simple de un producto o servicio que se puede lanzar al mercado para obtener retroalimentación y validar la idea de negocio. El PMV se enfoca en desarrollar solamente las características esenciales y suficientes para resolver un problema específico y satisfacer las necesidades de los clientes.
Su objetivo es reducir el riesgo y el costo de desarrollo, además de aumentar las posibilidades de éxito, al validar la idea de negocio antes de invertir en funcionalidades que los clientes pueden no necesitar o no valorar. El PMV permite a los equipos de productos enfocarse en desarrollar una solución viable, útil y deseable para los clientes, antes de preocuparse por características adicionales que no agregan valor.
El proceso comienza con la lluvia de ideas de todo el equipo y la generación de tantas ideas como sea posible. El producto mínimo viable siempre debe estar vinculado a la propuesta de valor.
Para decidir si vale la pena construir el producto, deberías establecer tus criterios mínimos de éxito, indicadores que le aportan claridad y significado a tu proyecto. Calcula el costo total de crear lo que deseas, incluyendo los tiempos, salarios y promoción. El resultado debe ser menor que la recompensa para garantizar la rentabilidad de tu producto.